25 septiembre 2007

La Sombra Del Viento

Título: La sombra del viento
Autor: Carlos Ruiz Zafón (Barcelona, 1964)
Editorial: Planeta
País: España
Fecha de la primera edición: 2001
¡Qué difícil es hacer una reseña de un libro cuando te gusta tanto! Comienzas a perder objetividad y luego quieres contar todo el libro en la reseña. Si por mí fuera llenaría páginas enteras hablando sobre “La sombra del viento”. Pero en aras del artículo trataré, dentro de lo posible, no ser parcial.

La historia comienza una madrugada de 1945 en Barcelona, España. Por entre la neblina un hombre conduce a su hijo de diez años entre los callejones desiertos para detenerse ante la puerta del “Cementerio de los Libros Olvidados”. Dice la tradición (pasada solo de palabra) que aquel que llega por primera vez a este mágico y laberíntico lugar debe de adoptar un libro. Debe de escoger entre los estantes, alguno de estos desamparados ejemplares y hacerlo su mejor amigo, protegerlo, llevarlo consigo toda la vida. Es así como Daniel Sempere, el protagonista, toma uno que se llama “La Sombra del Viento” escrito por un desconocido llamado Julián Carax.

Como a muchos nos pasa, una vez que se termina un libro que nos gusta y apasiona, queremos saber más y más sobre el autor. Así, Daniel emprende la búsqueda de Carax y mas libros suyos, solo para descubrir que alguien los ha estado quemando y que probablemente su ejemplar es el único que queda intacto. Llegado a este punto la trama se convierte en una vorágine de amores, intrigas, desengaños, aventuras y asombrosos personajes.

Los críticos tratan a este libro de gótico, un renacer de la novela del siglo XIX, algo así como un Alejandro Dumás o un Víctor Hugo. Y puede que si lo sea. La verdad es que en mi biblioteca personal guarda uno de los espacios más importantes y pues lo considero uno de los mejores libros que he leído. Y en cuanto a los personajes encuentro a Fermín Romero de Torres como uno de los personajes más entrañables con los que me he topado, casi al mismo nivel que el gran Porthos de los tres mosqueteros.

Carlos Ruiz es un autor que comenzó hace ya mucho tiempo a escribir y los primeros libros fueron para adolescentes. La sombra del viento es su primer novela para adultos y casi desde que salió a la venta ha sido un éxito en Europa. La crítica española no le prestó mucha atención al principio, pero tras haberse traducido a 36 idiomas no quedó más que voltear a ver el fenómeno. El libro ha ganado muchísimos premios en muchos países que de mencionarlos aquí se volvería tedioso y aburrido.

Ruiz Zafón en más de una ocasión ha comentado que cada escrito lleva un pedazo del autor, la esencia misma de lo lleva dentro, incluso en una entrevista para "elmundo.es" (24 mayo 2004) comentó: "Siempre me ha parecido que leer un libro es pasar unas vacaciones en el cerebro de su autor, y mi ánimo es invitar al lector a darse un paseo por mi cabeza". Lo que refleja en su libro es la fuerza de sus opiniones y férreas convicciones por las que vive y se rige. Muestra el talento y lo ha complementado componiendo música para la novela, ya que uno de sus pasatiempos favoritos es la música, y en sí, tocar el piano (incluyo la melodía llamada “la sombra del viento” del mismo autor). Él se identifica con el dragón como animal mitológico y cree que la buena literatura es un 99% de esfuerzo y trabajo y un 1% de inspiración, tal como lo comentó en su tiempo Tomas Alba Edison.

En honor a la objetividad debo mencionar que algunas personas que ya lo han leído y me han dado su opinión creen que el principio es un poco lento, pero que va cobrando fuerza hasta convertirse en una de esas novelas imparables. Yo difiero pues desde el primer capítulo quedé prendado del libro, pero nuevamente, parece que el culto que le rindo a este libro me hace ser un tanto cuanto parcial.

Queda solo recomendar esta novela a todo aquel que gusta de intriga y aventura, que gusta de los brochazos de humor y que no desprecia el romance como motor de una trama que raya en el realismo mágico, sin serlo.


"El hombre más sabio que jamás conocí, Fermín Ro­mero de Torres, me había explicado en una ocasión que no existía en la vida experiencia comparable a la de la primera vez en que uno desnuda a una mujer. Sabio como era, no me había mentido, pero tampoco me había contado toda la verdad. Nada me había dicho de aquel extraño tembleque de manos que convertía cada botón, cada cremallera, en tarea de titanes. Nada me había di­cho de aquel embrujo de piel pálida y temblorosa, de aquel primer roce de labios ni de aquel espejismo que parecía arder en cada poro de la piel. Nada me contó de todo aquello porque sabía que el milagro sólo sucedía una vez y que, al hacerlo, hablaba un lenguaje de secretos que, apenas se desvelaban, huían para siempre. Mil veces he querido recuperar aquella primera tarde en el caserón de la avenida del Tibidabo (...) Mil veces he querido regresar y perderme en un recuerdo del que apenas puedo rescatar una imagen robada al calor de las llamas(...) Tenía diecisiete años y la vida en los labios"

04 septiembre 2007

La Reina del Sur


Titulo: La reina del sur
Autor: Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, España 1951 - )
Editorial: Alfaguara
País: España
Fecha de primera edición: 2002

“Sonó el teléfono y supo que iba a morir…”.

Con estas palabras da inicio este soberbio libro que desde la primera frase te atrapa y no te suelta hasta que se le da la vuelta a la última página, y cuando esto sucede, aun quieres más.

La novela trata de narcotráfico en México y en España, y si bien es un tema que se ha tratado innumerables veces, la forma como lo hace Arturo Pérez-Reverte es inigualable. La protagonista, Teresa Mendoza, es novia de “el güero” Dávila. Un piloto de avionetas que trafican droga desde Sinaloa a Estados Unidos. Cuando él muere ella tiene que huir. Las circunstancias la llevan a España, donde se enfrasca en la misma actividad que la obligó a escapar de su país, pero con mejores resultados, ya que se convierte en la mayor traficante de drogas del sur de España.

El lenguaje que utiliza es rico y si se puede poner el adjetivo, es gráfico. Pérez-Reverte usa modismos, frases locales e inflexiones propios de cada lugar que describe. Leyendo en voz alta uno podría incluso sentir el acento propio de cada personaje.

La idea del libro surge cuando el autor comienza una investigación sobre el narcotráfico para hacer un artículo y escucha los narcocorridos mexicanos. Entusiasmado viaja a México y le pide a un amigo que trabaja en el periódico Reforma que lo acompañe al norte del país porque quiere investigar y saber de tan folclóricas canciones en los que los héroes son los narcotraficantes. De ahí su investigación lo lleva a estar en avionetas, lanchas policíacas, helicópteros, cárceles y a vivir otras experiencias y vivencias que vierte en su libro y causa el efecto de transportar al lector a esos sitios y a esas circunstancias.

También, parte de estas investigaciones lo lleva a entrevistratse con artistas de narcocorridos, entablando así amistad con Los Tigres del Norte, quienes posteriormente harán el corrido de La Reina del Sur, que viene en su disco del mismo título.

En lo personal creo que es el mejor libro de Arturo Pérez-Reverte y creo no ser el único. Hay rumores de que la adaptación cinematográfica esta por terminar, por lo que conviene leer este libro antes de que salga la película.

Este libro jamás pasará de moda mientras haya en México narcos y narco-corridos de los grandes. Jamás pasara de moda mientras en España se siga traficando droga. Es más, si alguna vez pasa que el tráfico de droga dejara de existir, este libro sería de los favoritos de cualquier maestro de literatura e historia para reflejar sociedades y un tiempo determinado. Un clásico joven.

La Catedral del Mar


Titulo: La catedral del mar
Autor: Ildefonso Falcones
Editorial:
Grijalbo
País: España
Fecha de primera edición: 2006


Todo comienza en una boda en la Cataluña de 1320. El señor feudal exige su derecho de ser el primero en yacer con la novia, y con este acto cae la fatalidad sobre la familia Estanyol. La novela cuenta la vida de Bernat y de su hijo Arnau a lo largo de más de cincuenta años en los que huyen a Barcelona, se hacen de oficios, aprenden y crecen dentro de la sociedad medieval. A lo largo de todos los años en los que viven en Barcelona la “Catedral del Mar”, que no es otra que Santa María del Mar, es construida y terminada, y los personajes tienen un vínculo estrecho con esta imponente construcción que fue hecha por el pueblo y para el pueblo.

Pero no hay que dejarse engañar por el título, ya que la catedral no es la protagonista de este libro. Es más, calificaría su uso como un “pretexto”. Siento más bien que es el retrato detallado de la época, una explicación de sus leyes y del papel que jugaba la inquisición y su relación con las monarquías; una disección histórica de la sociedad barcelonesa, con sus cofradías, su comercio, sus guerras y sus hambrunas. Lo catalogaría como una excelente lección de historia, escrita de manera ligera y entendible, de tal forma que el lector se entretenga mientras aprende un pasaje de la vida de Barcelona.

Creo firmemente en que para entender un poco mejor una novela hay que saber más sobre la persona que la escribió. En este caso Ildefonso Falcones es un abogado dueño de un bufete que ha decidido armarse de paciencia y tenacidad para documentar de manera correcta su libro. Ha trabajado mucho para que todos los acontecimientos en su relato sean verificables. De esta manera uno podría comprender porque hace especial énfasis en las leyes medievales y de la inquisición, incluso como las usa de muleta para explicar las costumbres de la vida en los feudos y en las ciudades condales.

Hay gente que ha querido comparar esta novela con “Los pilares de la tierra” de Ken Follett, y es comprensible. Ambas se desarrollan el siglo XII, usando como personajes centrales los miembros de una familia y su relación con la construcción de una iglesia. La de Follett es en Inglaterra en una comunidad llamada Kignsbridge, la de Falcones es en Barcelona, Cataluña. Pero en defensa de “La catedral del mar” he de decir que me gustó mucho más que “los Pilares”.

Solo queda felicitar al modesto autor, a quién aun no le cae el veinte de la popularidad con respecto al “bestseller” y que en entrevistas resulta, paradójicamente, un hombre de pocas palabras. ¡Via Fora!

Los Renglones Torcidos de Dios



Titulo: Los Renglones Torcidos de Dios
Autor: Torcuato Luca de Tena (Madrid 1923 -1999).
Editorial: Planeta
País: España
Fecha de primera edición: 1979

Cuando le platico a la gente de este título, si es que son mexicanos, lo primero que me preguntan es: “¿Se parece a la película?”. La verdad es que dicha versión cinematográfica de 1983, en donde la protagonista es Lucía Méndez, jamás me llamó la atención.

Sin embargo el libro me interesaba, no por el nombre (que ha sido famoso desde su primera edición), sino por el autor, al cual le he tenido admiración y respeto desde el primer libro de él que pude leer y disfrutar.

El libro comienza cuando Alice Gould (o Alicia Almanera) es ingresada a un hospital psiquiátrico estatal, de alguna recóndita provincia de España. Ella asegura que dicho ingreso es de forma voluntaria ya que, siendo una investigadora privada, le fue encargada la tarea de descubrir al autor de un terrible asesinato, y que según sus propias investigaciones, dicho asesino se encuentra escondido entre los mismos internos del hospital. Los doctores dicen otra cosa: la paciente se encuentra en un cuadro de paranoia pura. En lo que todos concuerdan es que es una mujer de inteligencia superior, refinados modales y que puede dar argumentos tan sólidos y bien estructurados que puede hacerle creer a cualquiera que lo que dice es verdad. ¿Y realmente quién puede asegurar que no lo es?

El autor, Torcuato Luca de Tena, tenía una fascinación por los casos de psiquiatría que lo llevaba a estudiar los libros de medicina relacionados con estos trastornos, además de entrevistarse con psiquiatras que a la larga se volvieron amigos suyos. Así escribió otros libros, como “Hay una luz sobre la cama” (obra teatral, 1968) que tratan sobre personajes con enfermedades de la mente. Él quería que sus personajes fueran clínicamente creíbles. Con “Los renglones torcido de Dios” fue más allá.

Un día le pidió a uno de estos psiquiatras, Alejandro Vallejo-Nájera, que lo ingresara a un hospital bajo algún nombre falso y sin distinciones. Le dijo que quería vivir lo que era ser admitido a la fuerza y tratado como uno más de los desgraciados que pasan años encerrados, olvidados y medicados para que no se hagan daño a si mismos y a los demás. Lo consiguió a pesar de las negativas del médico. Se pasó dieciocho días con sus noches, encerrado estudiando a los pacientes, a las enfermeras, a los doctores y a los que visitaban pacientes. Una vez afuera retrató con maestría a todos los pacientes, con sus cuitas, sus fobias, sus padecimientos, sus manías y sus anhelos.

Este es del tipo de libros que resulta difícil de soltar. Las descripciones son desgarradoras y el ambiente triste y gris. La trama resulta cautivadora y el desenlace inesperado.

Quizá una cita literal resuma mejor su ambiente y forma de sentir: “No te preocupes por ellos —le decía a Dios— por... por... porque... todos son equi... equi... ¡eso es! equivocaciones tuyas. Son los ren... renglones torci... torcidos, de cuando apren... apren... ¡eso es!... apren­diste a escribir. ¡Los pobres locos —continuó ahogado por los sollozos— son tus fal... faltas de ortoorto... ortografía!"

Este gran libro quizá resulte demasiado fuerte para aquellos que buscan entretenimiento con alguna novela rosa o de carácter poco reflexivo, sin embargo lo recomiendo a quien quiera disfrutar de descripciones e introspección, a quien quiera aprender, a quien quiera saber como “Dios escribe derecho con renglones torcidos”.